Despierta guerrero, es hora de
seguir el camino. Hoy hablaremos acerca de un producto que de seguro conoces,
uno que últimamente ha estado siendo mencionado por todos lados, la famosa
pastilla negra, la Ashwagandha.
Seguramente has visto vídeos de personas diciendo que al empezar a consumir esta pastilla iniciarán una
nueva etapa de sus vidas, una donde no sufrirán más, ni volverán a ser
lastimados, diciendo que solo tendrán éxito después de consumirla,
supuestamente por una “eliminación” de las emociones, pero nada está más
alejado de la verdad.
Si bien la Ashwaganda si tiene
un uso deportivo beneficioso, no es como lo pintan aquellas personas que han
estado haciendo promoción de ella. No eliminará tus emociones, solo bajará tus
niveles de cortisol, logrando que se eleve un poco más tu producción de
testosterona, pero será todo lo que hará.
También bajara los niveles de
estrés, logrando un mejoramiento de la recuperación muscular después de los
entrenamientos, pero el principal factor que ayudará a esto es la alimentación que
estés llevando, tal como lo dijimos la vez pasada, la importancia de la dieta,
ya que es la que se encargara de obtener buenos resultados en un 80%.
Esas personas que ofertan a la
Ashwagandha como un producto milagroso que te dará beneficios casi casi que sin
entrenar, solo lo hacen porque les están pagando por decirlo, no porque
realmente lo crean o sepan de buena fuente que si es así de milagroso este
producto.
Afortunadamente han estado
saliendo más y más profesionales del tema a desmentir todo lo que los demás han
dicho, mostrando con evidencia científica que es lo que reamente hace el producto.
No tachándolo de algo malo, pues si ayuda a obtener un buen físico, pero tampoco
es el producto milagroso que todos creen que es, pues lo ofertan diciendo que prácticamente
puedes obtener un buen físico casi sin entrenar, lo cuál es completamente
falso, la única manera de lograr eso es con el uso de esteroides, pero eso será
tema de discusión en otra ocasión.
Entonces guerrero, recuerda
nunca dejarte guiar por vídeos de gente en Internet promocionando un producto,
en especial con un producto que no sabes si puede dañarte. Lo mejor siempre será
acudir con un nutriólogo, ya que es el único que está realmente capacitado para
brindar una suplementación, la cuál es diferente para cada persona, no te
arriesgues a consumir algo solo porque le han hecho propaganda, recuerda que no
hay atajos en el camino al olimpo.
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